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lunes, 26 de agosto de 2013

LOS MORISCOS




El 9 de abril de 1609, Felipe III de España decretó la expulsión de los moriscos, descendientes de la población de religión musulmana convertida al cristianismo por la Pragmática de conversión forzosa de los Reyes Católicos del 14 de febrero de 1502 .
Anteriormente llamados mudéjares, a partir de la toma de Granada por las tropas de los Reyes Católicos, los musulmanes conversos empiezan a ser marginados y llamados moriscos.

 
Causas y antecedentes:

La decisión de expulsar a los moriscos vino determinada por varias causas:

La mayoría de la población morisca, tras más de un siglo de su conversión forzada al cristianismo, continuaba siendo un grupo social aparte, a pesar de que, excepto en Valencia, la mayoría de las comunidades habían perdido el uso de la lengua árabe en favor del castellano,1 y de que su conocimiento del dogma y los ritos del islam, religión que practicaban en secreto, era en general muy pobre.
Tras la rebelión de las Alpujarras (1568-1571), protagonizada por moriscos granadinos, los menos aculturados, fue tomando cada vez mayor peso la opinión de que esta minoría religiosa constituía un verdadero problema de seguridad nacional. Esta opinión se veía reforzada por las numerosas incursiones de piratas berberiscos, que en ocasiones eran facilitadas o festejadas por la población morisca y que asolaban continuamente toda la costa levantina. Los moriscos empezaron a ser considerados una quinta columna, y unos potenciales aliados de turcos y franceses.
El temor de una posible colaboración entre la población morisca y el Imperio turco otomano en contra de la España cristiana. Cabe destacar que los turcos suponían la mayor amenaza para los intereses de la Corona Española y nunca se llegaron a conseguir grandes victorias contra los mismos, de ahí que una alianza entre moriscos y turcos, estos primeros presionando desde la propia España y estos últimos desde el Mediterráneo, podría haber resultado fatal para una España que arrastraba y afrontaba una crisis económica importante.
El comienzo de una etapa de recesión en 1604 derivada de una disminución en la llegada de recursos de América. La reducción de los estándares de vida llevó a la población cristiana a mirar con resentimiento a la morisca.
Una radicalización en el pensamiento de muchos gobernantes tras el fracaso por acabar con el protestantismo en los Países Bajos.
El intento de acabar con el pensamiento crítico que hacía tiempo corría por Europa sobre la discutible cristiandad de España por la permanencia de algunas minorías religiosas. Con esta decisión se acababa con el proceso homogeneizador que había comenzado con la expulsión de los judíos y ratificaba la cristiandad de los reinos de España. Aunque esta no era la opinión popular, que sólo la veía con cierto resentimiento por competencia de recursos y trabajo.
La opinión pública acerca de los moriscos se encontraba muy dividida entre los que consideraban que se debía dar tiempo a su cristianización, los que consideraban que se debía seguir tolerando y los que proponían expulsarlos.

La población morisca consistía en unas 325.000 personas en un país de unos 8,5 millones de habitantes. Estaban concentrados en los reinos de Aragón, en el que constituían un 20% de la población, y de Valencia, donde representaban un 33% del total de habitantes. A esto hay que añadir que el crecimiento de la población morisca era bastante superior al de la cristiana. Las tierras ricas y los centros urbanos de esos reinos eran mayormente cristianos, mientras que los moriscos ocupaban la mayor parte de las tierras pobres y se concentraban en los suburbios de las ciudades.
En Castilla la situación era muy distinta: de una población de 6 millones de personas, entre moriscos y mudéjares sólo juntaban unos 100.000 habitantes. Debido a este mucho menor porcentaje de población y a la positiva experiencia con los antiguos mudéjares, los cuales llevaban siglos conviviendo con la población cristiana, el resentimiento hacia los moriscos en la corona de Castilla era menor al de la población cristiana de la corona de Aragón.
Un gran número de eclesiásticos apoyaban la opción de dar tiempo, una opción en parte apoyada por Roma, pues consideraban que una total conversión requería de una prolongada asimilación en las creencias y sociedad cristianas. La nobleza aragonesa y valenciana era partidaria de dejar las cosas como estaban, pues éstos eran los grupos que más se beneficiaban de la mano de obra morisca en sus tierras. El campesinado, sin embargo, los veía con resentimiento y los consideraba rivales.
Entre los defensores de la expulsión se cuenta a Jaime Bleda, inquisidor de Valencia, donde la población morisca era la más numerosa, quien propuso al rey la expulsión de los moriscos. En un principio la idea no fue considerada por el gobierno, pero la misma fue propuesta de nuevo por el arzobispo de Valencia, Juan de Ribera, que apoyaba la expulsión al considerarlos herejes y traidores, a lo que el arzobispo añadió una característica que hizo la proposición bastante atractiva: el rey se podría beneficiar de la confiscación de bienes y propiedades de la población morisca e incluso esclavizarlos.
La política acerca de la población morisca hasta 1608 había sido la de conversión, aunque con anterioridad Carlos I (en 1526) y Felipe II (en 1582) hubiesen insinuado y pretendido una medida más radical. Sin embargo, fue a partir de 1608 cuando el Consejo de Estado comenzó a considerar la opción de la expulsión y en 1609 recomendó al rey tomar dicha medida.
Los moriscos - Andalusíes, Mudéjares y Moriscos: DOCUMENTAL



LINK AL DOCUMENTAL





Los moriscos - Los primeros moriscos


28 ago 2000








Documental centrado en la historia de los mudéjares (cristianos convertidos al Islam), que a partir de la toma de granada por los Reyes Católicos en el siglo XV, empezaron a sufrir la marginación y todo tipo de desprecios. Las Capitulaciones de Santa Fe no se cumplieron, obligados a convertirse al cristianismo se les empezó a llamar moriscos o cristianos nuevos. En este documental se explica su reparto en las regiones españolas, los oficios que practicaban, sus costumbres religiosas y sus relaciones con los cristianos.











Los moriscos - Sublevación, destierro y expulsión


03 sep 2000







En el siglo XVI, fracasada la asimilación se opto por la vía de la imposición radical de las costumbres cristianas a los moriscos. Se produce la sublevación de Aben Humeya, nombrado rey, que fue reprimida duramente por lo mejor de los tercios españoles al mando del mismo don Juan de Austria. En tiempos de Felipe III se decreta la expulsión de los moriscos, con graves consecuencias para la agricultura.














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